A lo largo de su historia, la minería ha desempeñado un papel fundamental en la economía chilena. Desde la época precolombina hasta nuestros días, la extracción de minerales ha jugado un papel crucial en la configuración del país, impulsando su crecimiento económico, generando empleo y contribuyendo al bienestar de la población.
De acuerdo con las últimas cifras del Consejo Minero, Chile continúa siendo el principal productor de cobre en el mundo, con una cuota de mercado cercana al 30%. Actualmente, representa el 24% de la producción mundial de cobre de mina, mientras que el empleo directo en el sector alcanzó los 278 mil trabajadores y trabajadoras, marcando un máximo histórico desde 2010.
Aunque los indicadores económicos han experimentado fluctuaciones en los últimos años, con algunos sectores presentando bajas considerables, la minería mantiene su posición como un rubro de gran relevancia para el país.
Su importancia va más allá de la mera extracción de minerales. Ha sido un motor fundamental para el desarrollo de otras actividades económicas clave, como la construcción, el transporte y la logística. Además, ha generado un impacto positivo en el empleo, creando miles de puestos de trabajo directos e indirectos en todo el país.
Hacia una minería sostenible
Si bien este rubro ha sido un motor fundamental del desarrollo de Chile, también enfrenta desafíos importantes que no pueden ser ignorados. Más allá de la fluctuación de los precios de los minerales en el mercado internacional, la escasez de recursos hídricos y la preocupación por el impacto ambiental han tomado relevancia.
Por lo mismo, la industria minera chilena ha asumido un compromiso con la sostenibilidad. En ese sentido, las empresas mineras están implementando nuevas tecnologías para reducir su huella ambiental, mejorando la eficiencia del uso del agua y promoviendo prácticas de minería responsable.
Sin ir más lejos, en Compañía Minera San Gerónimo adoptó políticas con sus trabajadores y trabajadoras como foco. En estas no solo busca resguardar su seguridad, sino también minimizar el impacto ambiental de sus operaciones, donde la sustentabilidad es un sello distintivo.
En ese sentido, mediante tecnología de punta, procesos de control y medición, reutiliza el 85% del agua, lo que minimiza significativamente el uso de agua fresca. Además, en 2023 implementó con éxito un Sistema de Gestión de la Energía (SGE) y cuenta con abastecimiento eléctrico que proviene en un 100% de fuentes renovables, todo esto con el objetivo de optimizar el consumo energético y continuar avanzando hacia una minería más sostenible.